Sociedad Protectora de los Pobres de la Parroquia de la Merced

Desde que Antonio Rasore era teniente cura de la “Parroquia de la Merced”, gustaba escuchar a aquellos que todos los sábados le contaban sus problemas y sus razonamientos, a cambio de cuatro reales que como ayuda les daba monseñor Mariano Antonio Espinosa.

Pero Antonio Rasore notaba que el número de concurrentes iba decreciendo y pudo saber cuál era el motivo al escuchar a uno de ellos decirle que si bien la ayuda monetaria no era despreciable, el tiempo que perdían en la parroquia valía menos que el andar por las calles.

Comprendió Antonio Rasore, ya cura rector de la “Parroquia de la Merced”, que no solo servía la ayuda económica, sino que también era necesaria la ayuda moral y espiritual y fue así que el 1° de junio de 1882 creó la “Sociedad Protectora de los Pobres de la Parroquia de la Merced”, aprobada y bendecida por el entonces arzobispo de Buenos Aires, monseñor Federico Aneiros, figurando entre sus miembros Sofía Bunge e Isabel Francisca Armstrong Villanueva de Elortondo, como presidente de la junta directiva.

El presbítero Antonio Rasore y la citada sociedad fundaron el 3 de mayo de 1887 una escuela de enseñanza gratuita para niñas pobres, sita en la actual calle Cangallo 342, (actual Perón), a cargo de la señora Lucrecia R. de Díaz, y a partir del 31 de enero de 1889, Sofía Bunge pasó a ocupar el cargo de directora del colegio y la maestra María Rasore, hermana menor de Antonio y Federico Julio Rasore, como como primera profesora del colegio y directora de clases.

En dicho colegio se alojaron las religiosas, dando origen a la creación de la “Congregación Hermanas Nuestra Señora de la Merced del Divino Maestro”, ideada y fundada por monseñor Antonio Rasore y presidida por la Reverenda Madre Sofía Bunge.

En el mes de febrero de 1889 contó con la ayuda de una dama de la sociedad, María Luisa Reboredo, quien concretó la creación de un establecimiento para las jóvenes dedicadas a los quehaceres domésticos, donde podían instruirse moral y prácticamente en sus tareas, pudiendo lograr una adecuada colocación laboral, y al mismo tiempo un lugar de descanso y esparcimiento, lo que años más tarde se convertiría en una obra social del servicio doméstico.

 

Juez de Conciliación

El canónigo honorario Manuel Juan Sanguinetti, en su obra “Antonio Rasore, El Párroco – El Fundador – El Periodista”, hace referencia a que debido a su cargo de juez de conciliación, Antonio Rasore fue enviado por la “Curia Eclesiástica” a la ciudad de Mar del Plata, para dictaminar sobre los derechos jurisdiccionales entre dicha ciudad y San José de Balcarce, en reemplazo del canónigo José de García y Zúñiga, que se encontraba en Europa.

Recordemos que los derechos jurisdiccionales de la iglesia católica están regulados por el derecho canónico, que establece las normas, derechos y deberes, como así también la jerarquía y organización de la Iglesia.

Sanguinetti no da la fecha exacta en que ocurrió esta función de juez de conciliación, que fuera la única vez que debió ejercerla, pero en cambio menciona que sucedió poco tiempo después de ser designado cura rector de la “Parroquia Nuestra Señora de La Merced”, nombramiento que le fuera otorgado el 16 de febrero de 1876.

Teniendo en cuenta que la ciudad de Balcarce se fundó el 22 de junio de 1876, y que Antonio Rasore comenzó a encuadernar los libros parroquiales de la “Parroquia Nuestra Señora de la Merced” a partir del 8 de agosto del mismo año, es probable que su traslado a Mar del Plata haya ocurrido en el mes de julio de 1876.