La “Basílica de
Nuestra Señora de La Merced”, más conocida como “Iglesia de La Merced”, está
situada en la calle Reconquista 207, esquina calle Perón, ciudad de Buenos
Aires.
Sus orígenes se
remontan a la fundación de Buenos Aires por Juan de Garay en 1580, cuando en el
reparto de tierras fueron otorgadas por el acta fundacional a la orden de los
dominicos, las tierras delimitadas por las actuales calles Reconquista, Perón,
Sarmiento y avenida Leandro Alem, siendo esta última la costa del Río de la
Plata en aquellos tiempos.
En 1589, al
llegar los padres mercedarios a nuestro país, se hicieron cargo de las tierras,
construyendo en 1603 una pequeña iglesia de adobe con techo de madera y paja, fundada
por el padre Fray Pedro López Valero, que fue dedicada a la Virgen de la Merced
y el convento contiguo, llamado “Convento Grande de San Ramón Nonato”. (1)
A partir de 1721
comenzó la construcción del edificio actual, con la colocación de la piedra
fundamental por fray Pedro Nolasco de Santa María, bendecida por el fraile
trinitario y obispo de Buenos Aires, fray Pedro Fajardo y apadrinada por el
gobernador Bruno Mauricio de Zavala.
La edificación
fue realizada por el general José Ruiz de Arellano con los bienes de su primera
esposa Rosa Giles, fallecida el 21 de octubre de 1733, contrayendo el general
segundas nupcias con María Teodora de Suero, según el canónigo honorario,
periodista e historiador Manuel Juan Sanguinetti en su obra “Antonio Rasore, El
Párroco – El Fundador – El Periodista”, contradiciendo el texto de la placa de
mármol ubicada en la basílica, la cual cita como única esposa a María Teodora
de Suero y Giles.
Según Manuel Juan Sanguinetti, las obras estuvieron a cargo del arquitecto jesuita,
el milanés Juan Prímoli, aunque Pastor Servando Obligado menciona a los jesuitas Prunelli como director de la obra, sobre planos del arquitecto Blanqui, y otras fuentes citan a Giovanni Battista
Prímoli, como colaborador del arquitecto Giovanni Andrea Bianchi, o Blanqui.
En 1733 se
inauguró gran parte de la iglesia, con la habilitación de la nave, la cúpula,
el prebisterio y el crucero, dándose por finalizada la construcción recién en
1779.
En 1806, desde su
atrio, Santiago de Liniers dirigió el ataque a la “Plaza Mayor”, durante la
reconquista de Buenos Aires en la primera invasión inglesa. Sus claustros
fueron habilitados para el Hospital de Sangre.
En 1812 el
general Manuel Belgrano consagró a la Virgen de la Merced tres trofeos tomados
a los realistas en la batalla de Tucumán.
En 1827 durante
la campaña contra el Imperio del Brasil se asistió en sus claustros a numerosos
heridos.
En 1829 fue
declarada “Parroquia de Catedral al Norte”.
En 1834 comenzó a
funcionar una escuela de huérfanas en el edificio del convento.
En 1850 pasó a
ser templo parroquial.
En 1859 se
estableció la “Sociedad de San Vicente de Paul”, siendo su primer presidente el
gobernador de Buenos Aires, Felipe Llavallol.
El 18 de noviembre de 1882, monseñor
Antonio Rasore, cura rector de la parroquia, fundó la “Biblioteca Católica de
la Merced”.
El 23 de noviembre de 1917 el papa
Benedicto XV le confirió la jerarquía de Basílica Menor.
El 21 de mayo de 1942
fue declarada lugar y monumento histórico.
REMODELACION Y REFORMAS
La más importante
de las reformas de la actual “Basílica Nuestra Señora de la Merced”, fue
realizada por iniciativa y supervisión de monseñor Antonio Rasore, luego de
haber sido designado cura rector de la misma, el 16 de febrero de 1876.
Si bien la modificación de la fachada fue realizada por el ingeniero arquitecto Juan Antonio Buschiazzo, cabe agregar que la remodelación de la basílica cupo a monseñor Antonio Rasore, ampliamente
detalladas por el canónigo honorario de la “Catedral de Buenos Aires”, Manuel
Juan Sanguinetti, estudioso investigador de nuestro pasado y cultor apasionado
de la historia, en su obra: “Antonio Rasore, El Párroco – El Fundador – El
Periodista”.
También Fray Bernardino Toledo en el Tomo I de su obra "Estudios Históricos", cita las reformas en la "Basílica Nuestra Señora de la Merced" y el reconocimiento a su cura rector Antonio Rasore.
En el número 82 de la revista "Caras y Caretas", del 28 de abril de 1900, se publica la inauguración de la basílica remodelada, con distintas opiniones a favor y en contra, pero siempre reconociendo y elogiando el esfuerzo del presbítero.
Entre 2001 y 2007
la basílica fue restaurada por la “Secretaría de Obras Públicas de la Nación”.
(1) Apéndice: "Convento Grande de San Ramón Nonato".