sábado, 29 de junio de 2024

Diario El Pueblo

El diario “El Pueblo” fue fundado el 1° de abril de 1900 por iniciativa del padre redentorista Federico Grote (Munster, Alemania, 16 de julio de 1883 – Buenos Aires, Argentina, 30 de abril de 1940), como un boletín de los “Círculos de Obreros”, creados a su vez por el padre Grote a partir del 2 de febrero de 1892, con el apoyo de monseñor Juan Agustín Boneo y los presbíteros Antonio Rasore y José Américo Orzali.


Si bien se trataba de un diario católico, al igual que los “Círculos de Obreros”, se evitó hacer cualquier referencia religiosa, según afirma la investigadora del “Conicet” Lida Miranda, que se parecía más a un diario faccioso. 


A pesar de venderse a un precio inferior que los demás diarios de principios del siglo XX, “El Pueblo” no recibió el apoyo esperado por la falta de avisos publicitarios, suscripciones y difusión, tal cual publicaran sus directores y patrocinadores, monseñor Santiago Martín Ussher, capellán de los irlandeses, sacerdote Juan N. Kiernan, e Isaac Ruperto Pearson, en la “Revista Eclesiástica” del arzobispado de Buenos Aires del año 1906. 


Es así que monseñor Antonio Rasore, responde al llamado de los directores, ingresando a finales de 1906 al directorio del diario “El Pueblo”, logrando hasta su retiro en 1917, aumentar hasta ocho el número de páginas, adquirir una máquina rotativa, varias linotipos, llegar a siete mil suscriptores, y formar parte de la “Comisión Administrativa de la Obra del Gran Diario Católico”, que llevara a la práctica la “Asociación Católica”, según el canónigo honorario y periodista Manuel Juan Sanguinetti. 



Desde principios de la década del 20 comenzó la época más importante para el diario “El Pueblo”, con la incorporación de servicios de información telegráfica internacional, crecimiento de la planta de redactores, la utilización de la electricidad en lugar del gas como fuente de energía y un significativo crecimiento de los avisos publicitarios, convirtiéndose en un diario modernizado y popular para competir con “La Prensa”, “La Razón” y “Crítica”.

En 1923 se incorporó al directorio José Sanguinetti, hermano de Manuel Juan Sanguinetti, comenzando este último su carrera de escritor al distribuirse con el diario sus artículos y libros. 


Si bien monseñor Antonio Rasore ya se había retirado del directorio, siguió colaborando con el diario “El Pueblo”, pues en 1928 participó económicamente con la “Gran Cruzada pro Diario Católico El Pueblo”, logrando recaudar más de $ 160.000.- moneda nacional, con lo cual se pudo adquirir una rotativa cuádruple, cinco linotipos, aumentar a 16 el número de páginas y mudarse a una nueve sede en la calle Piedras, aunque no pudo asistir al año siguiente a la inauguración, debido a su estado de salud, pues en noviembre de 1926 sufrió un ataque de hemiplejia.


No obstante, poco antes de su deceso ocurrido el 7 de julio de 1929, monseñor Antonio Rasore, a través de su publicación la revista “La Buena Lectura”, saludó al diario “El Pueblo” al cumplirse treinta años de su fundación.

También donó sus diez acciones de $ 500.- cada una, para disminuir el pasivo del diario, pero dicha donación no fue aceptada, pasando entonces a sus sucesores.

Finalmente, luego de su fallecimiento, el 11 de diciembre de 1929, se colocó su retrato en la recepción de las oficinas.   

 

domingo, 23 de junio de 2024

Círculo Católico de Obreros

El padre redentorista Federico Grote (Munster, Alemania, 16 de julio de 1883 – Buenos Aires, Argentina, 30 de abril de 1940), fue ordenado sacerdote el 8 de junio de 1878, partiendo al año siguiente a Ecuador y llegando a Buenos Aires en 1884. 


Basándose en la encíclica Rerum Novarum, promulgada por el Papa León XIII el 15 de mayo de 1891, en la cual deploraba la opresión y esclavitud de los pobres por los ricos, y preconizaba salarios justos y el derecho a organizar sindicatos, el padre Federico Grote organizó los “Círculos Católicos de Obreros” en nuestro país.


Si bien eran círculos católicos, el padre Grote no quiso que así se denominaran, llamándolos “Círculos de Obreros”, para que fueran instituciones de puertas abiertas y pudieran ingresar todos los obreros, difundiendo su obra a través de la radio y la prensa escrita, más la fundación del “Diario El Pueblo”, el 1° de abril de 1900. 


El primer círculo, llamado “Círculo Central”, fue creado por el padre Grote el 2 de febrero de 1892 en el porteño barrio de Barracas, y con el apoyo de monseñor Juan Agustín Boneo y los presbíteros Antonio Rasore y José Américo Orzali, se expandieron por todo el país, e incluso tuvieron su primer congreso en octubre de 1898 en Buenos Aires.






Por su parte, monseñor Antonio Rasore fundó el 24 de noviembre de 1907 el “El Círculo Católico de Obreros de la Parroquia de la Merced”, inaugurado el 10 de mayo del año siguiente, tal cual nos detalla el canónigo honorario e historiador Manuel Juan Sanguinetti en su obra “Antonio Rasore, el Párroco, el Fundador, el Periodista”. 


Cupo también a monseñor Antonio Rasore ser parte de la difusión de la obra de los “Círculos de Obreros”, a través de la revista “La Buena Lectura”, por él fundada en 1878, donde incorporó a partir de 1903 una sección de la misma, como así también a través del “Diario El Pueblo”, cuando se sumó a su directorio a fines de 1906.



  

lunes, 17 de junio de 2024

Segunda Coronación de la Virgen de Luján

El 19 de septiembre de 1897 el padre lazarista Jorge María Salvaire, el gran apóstol de la Virgen de Luján, anunciaba en la revista del Santuario de Luján, el robo de la corona de la Virgen de Luján, junto a otros valiosos objetos que la adornaban. 



El robo fue descubierto el día 15 por el hermano Antonio Wermeter, sacristán del santuario.


Procede el hermano a comunicar la noticia del robo al sacerdote Luis Antonio Naón quien da aviso a la policía, comenzando la búsqueda de los ladrones, participando también vecinos y los obreros que estaban trabajando en la construcción de la basílica.


A la mañana siguiente llega el padre Jorge María Salvaire, procediendo a subir hasta el camarín de la virgen, acompañado por otros dos presbíteros y el director del diario “La Razón” de Luján, detallando los objetos robados y el valor de los mismos.


El 22 de septiembre fueron detenidos los delincuentes y se pudo recuperar la corona, como así también las joyas que habían sido enterradas en un campo cercano a General Rodríguez, cuyo propietario, Pablo Tasso, no tenía nada que ver con el robo.


La corona sufrió deterioros, por lo cual el padre Salvaire, encargó su reparación, junto a otras alhajas a la joyería porteña Gotuzzo y Costa, devolviéndolas el 7 de noviembre junto con una placa de bronce con la imagen de la Virgen, en agradecimiento por haberla distinguido.


A mediados de octubre comienzan los preparativos para la peregrinación anual al Santuario de Luján, organizada por la ”Arquidiócesis de Buenos Aires”, que en esta ocasión incluía un acto de desagravio a la Virgen por el robo de la corona y las joyas, como así también la segunda coronación de la Virgen.

En Buenos Aires se forma una comisión a fin de organizar el traslado y organización de los peregrinos al llegar a Luján, recolección de fondos para los gastos, conseguir bandas musicales, etc., con la participación de religiosos y laicos, incluyendo entre los primeros al cura rector de la “Parroquia de la Merced”, monseñor Antonio Rasore, siendo invitado para coordinar ideas el día 25 el padre Salvaire, ya que este había organizado la primera coronación. 


La segunda coronación de la Virgen de Luján contó con una gran afluencia de público, tanto de los lugareños, como de partidos vecinos, de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, y de Uruguay y Paraguay, estimada en más de dieciséis mil personas, participando religiosos, bandas de música, colegios, el arzobispo Uladislao Castellano, y obviamente el padre Jorge María Salvaire.


Toda la información corresponde al libro “La segunda coronación de la Virgen de Luján. Robo de la corona y peregrinación de desagravio (1897)”, de autoría de Juan Guillermo Durán, publicado en el número 114 de la “Revista Teología” del mes de agosto de 2014.



miércoles, 5 de junio de 2024

Con el Papa León XIII en el Vaticano

En su libro “Antonio Rasore – El Párroco – El Fundador – El Periodista”, el canónigo honorario e historiador Manuel Juan Sanguinetti, nos refiere que el entonces cura rector de la “Parroquia Nuestra Señora de la Merced”, fue recibido el día 12 de octubre de 1900 por el Papa León XIII, haciéndole entrega de un óbolo de 12.500 francos, dos volúmenes de la revista “La Buena Lectura” y pidiéndole su bendición especial para dicha revista, para sus trabajadores de la misma y sus lectores.


Me sorprendió que Sanguinetti solo dedicara este breve párrafo nada más al encuentro de Rasore con Su Santidad, como así también no haber encontrado ninguna referencia en el libro del presbítero Cayetano Bruno en su obra “Vida y Obras del Gran Apóstol Mons. Antonio Rasore”, por lo cual busqué en internet, encontrando lo siguiente.

Timoteo Macías fue el organizador y presidente de la tercera peregrinación mexicana al Vaticano, realizada en el año 1900, la cual fue publicada por Alberto G. Bianchi en el libro “De México a Roma y de Roma a Barcelona”, de 1901. 


Reproduzco del citado libro las páginas 129 a 133, donde se detalla la recepción de los mexicanos por el Papa León XIII.




Salteando hasta la página 138, los peregrinos fueron invitados a conocer el “Colegio Pío Latino Americano”(1), donde se ofreció un banquete en el cual concurrió entre otros, monseñor Antonio Rasore.


Es probable que la siguiente foto tomada en la ciudad de Venecia, publicada por el padre trinitario Juan Borrego en el libro “El Siervo de Dios Monseñor Antonio Rasore”, haya sido lograda durante su visita al Papa León XIII.


 

 

(1) En este colegio continuó sus estudios su hermano menor monseñor Federico Julio Rasore, ingresando el 25 de agosto de 1872.    

Papa Pío X

El 4 de agosto de 1903, Giuseppe Melchiorre Sarto, (Riese 2/6/1835 - Roma 20/8/1914) fue proclamado Papa de la Iglesia católica, adoptando e...