Según la “Real Academia Española”, el catecismo es un libro de instrucción elemental que contiene la doctrina cristiana, escrito con frecuencia en forma de preguntas y respuestas, teniendo otra acepción, no muy usada, refiriéndose a una obra que, redactada frecuentemente en preguntas y respuestas, contiene la información sucinta de alguna ciencia o arte.
Según “Wikipedia”, el catecismo de la iglesia católica, o catecismo universal, contiene la exposición de la fe, doctrina y moral de la Iglesia católica, atestiguadas o iluminadas por la Sagrada Escritura, la Tradición apostólica y el Magisterio eclesiástico
Los papas de la Iglesia Católica solo han promulgado dos catecismos universales, el del "Concilio de Trento" de 1566 y el actual "Catecismo de la Iglesia Católica" de 1992, comenzado a redactar en 1986, siendo oficialmente publicado en latín el 15 de agosto de 1997, luego de más de diez años con la participación de una significativa cantidad de miembros de la Iglesia Universal, siendo un instrumento de derecho público para la Iglesia Universal y también como guía o referencia oficial para la redacción de los catecismos católicos de todo el mundo.
Esta introducción para quien está escribiendo, que solo recuerda el catecismo como preparación para la primera comunión y la de su hija, no supo en ese momento ni el significado ni la importancia que tiene, y al mismo tiempo se entera que no hay un único catecismo de uso obligatorio, por eso paso a seguidamente a detallar el Catecismo Único en Argentina, tomando como fuente principal “El Catecismo Único de 1902”, de autoría del presbítero Sergio Sarza.
El primer “Concilio Plenario Latinoamericano de 1899” se llevó a cabo desde el 28 de mayo al 9 de julio de dicho año, en la capilla del “Colegio Pío Latino Americano” en Roma, Italia, convocado por el Papa León XIII el 25 de diciembre del año anterior, con la participación de cincuenta y cinco prelados, trece de ello arzobispos y cuarenta obispos, siendo México la representación más numerosa con trece prelados, seguida de Brasil con once y Argentina con siete, compuesta por el arzobispo de Buenos Aires monseñor Uladislao Castellano, y los obispos Juan Agustín Boneo, de Santa Fe; Mariano Antonio Espinosa, de La Plata; Rosendo de la Lastra y Gordillo, de Paraná; Matías Linares y Sanzetenea, de Salta; Pablo Padilla y Bárcena, de Tucumán y Reginaldo Toro, de Córdoba, quienes elaboraron un documento final con dieciséis títulos, de los cuales, en el capítulo segundo del título décimo se ordenó a cada provincia eclesiástica la redacción de un Catecismo Único.
Finalizado el concilio, el arzobispo de Buenos Aires, Mariano Antonio Espinosa, redactó una circular a los obispos convocándolos a una comisión de estudio, integrada por un representante de cada diócesis del país, para la redacción de un catecismo único, anticipando la primera reunión de obispos argentinos, evaluando lo resuelto en dicha comisión. La comisión se reunió en Buenos Aires, siendo presidida por monseñor Luis Duprat, en representación del “Arzobispado de Buenos Aires”; Juan N. Kiernan, como secretario, por el “Obispado de La Plata” y como vocales, monseñor Rainiero Lugones, por los obispados de Salta y Tucumán; R.P. Camilo Jordán, por el “Obispado de Santa Fe; R.P. Juan Aiweiler, por Paraná; R.P. Agustín Ferreiro, por Córdoba y R.P. fray Luis Chambon, por el “Obispado de San Juan”. Una vez redactados los textos, Luis Duprat emprendió un viaje por Europa, siendo reemplazado por el presbítero Antonio Rasore.
Los redactores se reunieron a partir del 13 de julio de 1901 en el “Arzobispado de Buenos Aires”, conformándose una subcomisión integrada por Rainiero Lugones y el R.P. Jordán, encargados de la redacción, tarea finalizada en marzo del año siguiente, por lo cual monseñor Juan Nepomuceno Terrero envió una carta a Mariano Antonio Espinosa, para la aprobación del catecismo único en la próxima reunión de obispos en Salta.
Del 12 al 20 de septiembre de 1902 se desarrolló la primera reunión del “Episcopado Argentino”, aprobándose el día 16 el Catecismo Único, y al día siguiente el Breve resumen de la Doctrina Cristiana y Breve Devocionario, definiéndose en el Auto de aprobación que el Catecismo debía reemplazar a cualquier otro existente en Argentina.
De regreso a Buenos Aires, el arzobispo Espinosa informó a Rasore los textos del Catecismo que se habían aprobado y que debían imprimirse, por lo cual este último convocó a una reunión en la “Parroquia de La Merced”, de la cual era el cura párroco, a efectos de encarar la impresión, la cual se reunió el 31 de octubre decidiéndose nombrar una subcomisión integrada por monseñor Lugones, como presidente, quien con el padre Juan N. Kiernan y el R.P. fray Chambon, determinarían el formato, el papel y el tipo de letra, como así también el costo que pedirían las editoriales.
Dos meses más tarde, el 31 de diciembre, Antonio Rasore recibió una carta del arzobispo Espinosa, urgiéndole la publicación del Catecismo Único, y del Breve Resumen de la Doctrina Cristiana y Breve Devocionario, para que a más tardar el 31 de marzo de 1903 debieran estar terminados. Cumpliendo con el pedido de Espinosa, la comisión cumplió definiendo las cualidades de la impresión, mandando a imprimir los textos en la Escuela Tipográfica del Colegio Pío IX de Artes y Oficios, para que estuvieran listos para fines de febrero y así pudieran ser utilizados a partir del comienzo del ciclo formativo que se iniciaría el 1ro. de marzo, imprimiéndose cien mil ejemplares de cada uno de los textos, más diez mil, también de cada uno, con mejor calidad de papel y encuadernación de tela.
Previamente, el 10 de enero de 1903, el presbítero Antonio Rasore había publicado en la revista “La Buena Lectura”, que él dirigía y editaba, la cantidad y calidad de los textos, comprendiendo y adelantándose a la premura del arzobispo Espinosa en la utilización de los mismos.
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