Siendo Antonio Rasore cura rector de la “Parroquia de la Merced”, creo la
revista católica semanal “La Buena Lectura”, el domingo 7 de septiembre de
1879, la cual se publicó ininterrumpidamente por más de medio siglo, hasta el
año 1930, poco después del fallecimiento de su fundador.
El artículo inicial del primer número definía el espíritu de la revista: No busquéis en estas hojas, ni lindas
palabras ni hermosas frases, ni pensamientos nuevos y profundos; no queremos
con nuestras palabras deleiten, o diremos como Séneca, sino que aprovechen.
Una sola cosa nos ha movido a poner manos a esta obra: el deseo de
proporcionar a los cristianos, especialmente a los pobres que carecen de
recursos para comprar buenos libros, y a los sencillos que necesitan se les
hable un lenguaje sencillo también, una lectura variada que los instruya en la
religión y moral y que les anime en la práctica de la virtud.
Es necesario para evitar tan gran mal, que ni un mar de lágrimas podría
remediar jamás, que los padres y madres desde temprano aparten de sus hijos las
malas lecturas, con la misma solicitud con que los apartarían de un foco de
infección que amenazase su salud y su vida. Mientras la mala lectura sea el
entretenimiento de la juventud, no hay esperanza de reforma para la familia
cristiana.
La buena lectura es en efecto, alimento del alma, fecundante riego del
corazón. En esta publicación encontrarán todos, sea cual fuere su estado y
condición, lecturas oportunas.
La esposa aprenderá la prudencia y el esposo el ejercicio de la santidad;
la madre aprenderá el arte de educar a sus hijos para hacer de ellos buenos
cristianos y ciudadanos útiles; los hijos aprenderán la obediencia debida a los
autores de su vida, la humildad y la gratitud; los amos aprenderán a tratar a
sus criados con dulzura y caridad y los criados aprenderán a ser respetuosos y
fieles a sus amos; el rico encontrará aquí lecciones de desprendimiento y
generosidad; el pobre se inspirará en lecciones sublimes de paciencia y
resignación; todos aprenderán el amor de Dios y el amor del prójimo, síntesis
sublime de toda religión y de toda moral.
Amad, cristianos, “La Buena Lectura”; ella ilustrará vuestro entendimiento,
proporcionará a vuestro corazón dulzuras inefables, iluminará vuestros pasos a
través del desierto de la vida y os marcará el camino de la inmortalidad feliz.
Quiera el Cielo que nuestras palabras sean eficaces y por la virtud de la
gracia de Nuestro Señor Jesucristo, Pastor Divino de las almas, no haya entre
poco tiempo, en nuestro pueblo, ninguna familia cristiana donde diariamente no
se dediquen minutos siquiera a la buena lectura.
El contenido del primer número de “La Buena Lectura”, era el siguiente:
1) Presentación del presbítero Antonio Rasore.
2) La Natividad de la Virgen María.
3) Instrucción religiosa.
4) La Religión.
5) La devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
6) Las Biblias protestantes.
7) La pereza de Fenelón.
8) Madama Dacier.
9) Los deberes de la Mujer Católica.
10) Dedicatoria a María Inmaculada, Artículos sobre la mujer y la religión,
por Livia Bianchetti.
11) Nuestra Señora de Monserrat, La Visita Canónica a las parroquias, La
salud del Padre Santo y La asistencia a la Doctrina Cristiana.
Cada número de “La Buena Lectura”, constaba de ocho hojas de contenido no
sólo de difusión cristiana, sino también de literatura, historia y lo
concerniente a la familia, el hogar y la sociedad en general, y en las últimas
hojas las noticias del mundo católico y los cultos de las diversas iglesias de
Buenos Aires.
Desde el número 5, la revista comenzó a aparecer todos los sábados, excepto
un solo día en el año 1919, por una huelga, debiendo entonces aparecer el lunes
siguiente.
A partir del 3 de septiembre de 1904, el cura rector de la
"Parroquia de la Merced", Antonio Rasore, le agrega a "La Buena
Lectura", el subtítulo de "Revista Mariana", dedicando así la
revista a la Virgen María, según nos reseña Cayetano Bruno en su libro,
"Vida y Obras del Gran Apóstol Mons. Antonio Rasore".
La revista llegaba a los hogares por suscripción, la cual se realizaba en
la que fuera la tradicional “Librería del Colegio”, sita en la esquina de
Alsina y Bolívar, en ese entonces propiedad de Juan Bautista Igón y sus
hermanos Pedro y Juan Urbano. El precio de la suscripción mensual era de diez
pesos en la ciudad de Buenos Aires, doce en la provincia homónima, y 48
centavos fuertes en las demás provincias y en el exterior.
El párroco Manuel Juan Sanguinetti, en su obra “Antonio Rasore, El Párroco
– El Fundador – El Periodista”, detalla los elogiosos conceptos, que recibió
“La Buena Lectura”, de parte del obispo de Córdoba, Fray Mamerto Esquiu; el
padre franciscano, Fray Juan B. Reynoso; el sacerdote de Catamarca, presbítero
José Facundo Segura; la prensa escrita a través de las publicaciones de Buenos
Aires, como ser, “La Voz de la Iglesia”, “La Unión”, “El Bien Público”, “La
Alborada Literaria del Plata”, y “La República”; “El Argentino”, de Paraná; “El
Andino, de Catamarca”; “El Lábaro”, de Santa Fe.



En el diario “La Controversia”, de Madrid, España, creado en enero de 1887,
continuador de “La Lectura Católica”, dirigido por el presbítero José Salamero
Martínez, sacerdote conocido en la época como padre de los pobres por sus obras
de beneficencia, en el ejemplar del 9 de octubre de 1891, se elogia a “La Buena
Lectura” decano de la prensa católica de Argentina y a la constancia e inteligencia de su director, el señor cura de la
Merced, canónigo honorario, Antonio Rasore.
Vale aclarar que no es correcta la afirmación de decano de la prensa católica en nuestro país, pues el canónigo honorario Manuel Juan Sanguinetti en su obra citada, detalla varias publicaciones anteriores, a partir del 1ro. de octubre de 1853.
También en la "Guía Eclesiástica Argentina de la República Argentina", publicación oficial del año 1915, se detallan ciento siete publicaciones.
En 1915, durante la celebración de la apertura del "Canal de Panamá", llevada a cabo el 15 de agosto del año anterior, en "The United States of America Panama Pacific International Exposition San Francisco MCMXV, el jurado otorgó una medalla de honor a la revista "La Buena Lectura, por su colaboración en la exposición del periodismo argentino, que a su vez fuera premiado.
En “La Buena Lectura”, se difundían diversos
acontecimientos de suma importancia para el catolicismo, como ser la
peregrinación de los argentinos, uruguayos y paraguayos al santuario de Luján,
realizada el 8 de septiembre de 1895, como así también es mencionada en el tradicional
“Almanaque Peuser” del año siguiente, como uno de los medios de comunicación
del apostolado.
Para los historiadores e investigadores, “La Buena Lectura”, es una
importante fuente de información, como puede apreciarse en los tres siguientes
trabajos.
La doctora en historia e investigadora independiente del “Conicet”, Lida
Miranda, en su obra “Historia del Catolicismo en la Argentina – entre el siglo
XIX y el XX”.
También Lida Miranda en la publicación, “La prensa católica en la
construcción de la identidad política católica, 1880-1947".
En la tesis de maestría en historia en la “Universidad Torcuato Di Tella”,
del profesor Joaquín Sanguinetti y del director Darío Roldán.
Algunos números de "La Buena Lectura".
Publicada por Manuel Juan Sanguinetti, en su libro, “Antonio Rasore, El
Párroco – El Fundador – El Periodista”.
Publicada en Internet, en sitios de compra-venta.