lunes, 26 de agosto de 2024

Imagen para la Basílica Nuestra Señora de la Merced

Agustín L. Camerucci, nacido en 1902 en Buenos Aires, luego de recibirse de contador, se desempeñó como corresponsal del diario “La Nación” y colaborador del diario “La Prensa” y las revistas “Azul y Blanco”, “Flores Marianas” y “Guía de Joyerías”.

En 1952 se radicó en Ituzaingó, fundando los periódicos “Ituzaingó” y “Noticiero Ituzaingó”, y “El Provincial” en Morón, ciudad donde fue miembro de la Comisión Asesora Municipal y presidente de la Comisión de Moralidad en representación del “Círculo Regional de Prensa”, del que fuera fundador y vicepresidente.


Autor de “Historia de Ituzaingó”, Primera Centuria 1872 - 24 de octubre - 1972, publicado por el propio Camerucci, debido a que si bien fue el único trabajo presentado en un concurso promovido por la Municipalidad de Morón, dicho concurso fue declarado desierto.


El contenido de la obra de Camerucci, abarca un amplio recorrido histórico, tal como se detalla en la imagen superior.

En el capítulo Cultos en Ituzaingó, detalla entre otros, la historia del “Templo de San Judas Tadeo”, donde menciona que la imagen tallada en madera de quebracho de San Judas Tadeo, fue solicitada en 1909 por monseñor Antonio Rasore durante los trabajos de reparación y reformas de la “Catedral Metropolitana de Buenos Aires”, siendo venerada en la “Basílica de Nuestra Señora de la Merced”, sita en la calle Reconquista 207, esquina calle Perón, ciudad de Buenos Aires, donde Rasore era el cura rector de la misma. 


  

domingo, 18 de agosto de 2024

Fernando García del Molino

Adolfo Luis Ribera, bajo el título de “Un informe de Fernando García del Molino”, con el merecido propósito de reconocer la obra de este importante artista, no tan conocido y reconocido, valga la redundancia.

En el archivo de la “Curia Eclesiástica de Buenos Aires”, encontraron un petitorio de monseñor Antonio Rasore, para que Fernando García del Molino, evaluara un “Ecce Homo”, pintado por Manzoni.


Ecce homo, traducido al español significa ¡He aquí el hombre!, palabras pronunciadas por Poncio Pilatos cuando presentó a Jesús de Nazaret a la muchedumbre que buscaba su destino final, episodio narrado en la Biblia, en el Evangelio de Juan.


El Ecce homo fue pintado por Manzoni, de quién al no conocer su nombre de pila, busqué información en internet, pudiendo encontrar solamente al pintor italiano Ignacio Marconi, (Milán 1797-Clusone 18-11-1884), radicado en Buenos Aires desde 1857, cuya obra abarca naturaleza muerta, retrato, historia, paisajes y pinturas religiosas, siendo posiblemente el autor del cuadro.


El presbítero Antonio Rasore, considerando que el cuadro era reprobado por la desnudez de la imagen, solicitó al arzobispo monseñor Federico Aneiros, la venta del cuadro, pues había un potencial comprador del mismo.


Ante la negativa del prelado, volvió a insistir sobre su enajenación, adjuntando un amplio informe del pintor Fernando García del Molino, coincidente con el pedido del cura rector de la “Basílica de Nuestra Señora de la Merced”. 


En cuanto al artista consultado por el presbítero Antonio Rasore, Fernando García del Molino, nació en Santiago de Chile el 13 de marzo de 1813, residiendo desde 1822 en Buenos Aires, donde falleció en 1899.



Está considerado entre los primeros pintores argentinos, junto a Carlos Morel (1813-1894), Prilidiano Pueyrredón (1823-1870), Cándido López (1840-1902) y las mujeres Luisa Sánchez de Arteaga (1823-1883) y Procesa del Carmen Sarmiento (1819-1899), hermana del presidente Domingo Faustino Sarmiento.



Prolífico artista, Fernando García del Molino fue autor de aproximadamente 4000 retratos, de los cuales se conservan solo cerca de 800, muy poco de ellos firmados junto a Carlos Morel, a quien también retrató.



Identificado con Juan Manuel de Rosas, lo frecuentaba y lo retrató en varias ocasiones, y también a sus familiares y partidarios de la divisa punzó, la cual aparece en sus obras, por lo cual es considerado el pintor de Rosas, o el de la Federación, aunque debe tenerse en cuenta que la clase acomodada de la segunda mitad del siglo XX requirió sus servicios.











Debido a que este blog está dedicado a monseñor Antonio Rasore, destaco su participación en consultar sabiamente sobre el Ecce homo del pintor Manzoni, al artista 
Fernando García del Molino y obviamente el informe de este último, que nos da claramente sus conocimientos del arte de la pintura, y un juicio final coincidente con la postura del presbítero.


domingo, 11 de agosto de 2024

Carlos Pellegrini

Carlos Enrique José Pellegrini, más conocido como Carlos Pellegrini, nació el 11 de octubre de 1846 en Buenos Aires, ciudad donde falleciera el 17 de julio de 1906.

Fue militar, abogado, periodista, traductor público y político, siendo diputado, ministro de guerra, vicepresidente y presidente de la República Argentina.


Como militar se enroló en el ejército en 1865, siendo alférez de artillería combatió en la llamada Guerra del Paraguay, alcanzando luego el grado de teniente primero, pero debió abandonar las armas por caer enfermo.




Concluyó sus estudios de derecho en 1869, trabajó como periodista en el diario “La Prensa” y como abogado fue subsecretario del Ministerio de Hacienda de Benjamín Gorostiaga y de Domingo Faustino Sarmiento.



Fue elegido diputado por la provincia de Buenos Aires en el período 1873-1879, convirtiéndose con 26 años en el diputado provincial más joven, ocupando también desde 1878 el cargo de Ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires.



El 9 de octubre de 1879 asumió como Ministro de Guerra y Marina de la Nación, bajo la presidencia de Nicolás Avellaneda.



Entre 1881 fue elegido senador por la provincia de Buenos Aires.


En 1883 fue el propulsor más importante y primer presidente del Jockey Club.



El 12 de octubre de 1886 asumieron Juárez Celman y Carlos Pellegrini como Presidente y Vicepresidente de la Nación, pasando ante la renuncia del primero a ocupar el cargo de Presidente desde el 6 de agosto de 1890, hasta el 12 de octubre de 1892.



Ya en su función como primer magistrado fue exitosa, en la breve duración de su mandato de poco más de dos años.



Finalizado su mandato presidencial, fue elegido senador para el período 1895-1904.


El 16 de junio de 1905 volvió a ser diputado, regresando a la cámara baja luego de veintiocho años.  


No llegó a completar su mandato, su salud estaba muy deteriorada, falleciendo el 17 de julio de 1906.

 

Miguel Cané sostuvo que Carlos Pellegrini falleció por una enfermedad llamada neurastenia, pero su sobrino nieto, Tomás Vallée aclaró que su deceso fue por erisipela.

También narró que Carlos Pellegrini era masón, pero católico y que cuando tuvo su primera crisis seria de salud en París, descolgó el crucifijo y lo besó.


Ya en 1906 al agravarse su salud aceptó recibir los sacramentos que le fueron suministrados por monseñor Antonio Rasore, quien luego informó al obispo Mariano Antonio Espinosa, a quien no habían podido ubicar para darle la extremaunción.

Otra versión menos detallada cita al presbítero Benito Barbarrosa participando junto a monseñor Antonio Rasore.

En Wikipedia Carlos Pellegrini está incluido en la categoría de masones en Argentina.


En el sitio de la Masonería Argentina, además de citarlo como constructor de la sede actual en la calle Perón 1242, detalla su inicio masón en la Respetable Logia Regeneración número 5, trabajador en la Logia Docente, venerable maestro (presidente) de la Logia Nacional y uno de los fundadores del Gran Oriente del Rito Argentino hasta su fallecimiento.




jueves, 1 de agosto de 2024

Bartolomé Mitre

Bartolomé Mitre, nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1921, habiéndose desempeñado como militar, político, escritor, historiador, periodista, estadista, fundador, gobernador de la provincia de Buenos Aires y presidente de la República Argentina.

El siguiente cuadro es un resumen de su vida y obra, tomado de Wikipedia, sitio donde puede consultarse y leerse completo.


Para los fines de este blog, nos limitaremos a Bartolomé Mitre como miembro de la masonería. 


Integró el cuadro de la “Augusta y Respetable Logia Confraternidad Argentina N° 2”, miembro honorario de la “Augusta y Respetable Logia Unión del Plata N° 1, recibiendo el 21 de julio de 1860 el grado 33, junto a Urquiza, Derqui, Domingo Faustino Sarmiento y Juan Andrés Gelly y Obes, en el “Gran Templo de la Masonería Argentina, de libres y aceptados masones”.

Sucediendo a Jorge Faustino, desde el 24 de agosto de 1893 asumió como Gran Maestre de la “Gran Logia de libres y aceptados masones”, hasta el año siguiente cuando fue sucedido por Juan José Soneyra Urquiza. 


También fue miembro de honor de la “Respetable Logia Unión N° 17" de Rosario” y en 1903 le fue propuesto ser Venerable Maestro de Honor de la “Respetable Logia Mitre N° 184” de Villa Libertad, provincia de Entre Ríos.


Bartolomé Mitre falleció el 19 de enero de 1906, como consecuencia de una colitis agravada por la resistencia de su organismo a asimilar los alimentos.


Para ampliar la información “Wikipedia” nos remite al libro “Mitre” de José M. Niño.


El “Museo Mitre”, en una breve biografía de Bartolomé Mitre, y el diario “La Nación”, al cumplirse 102 años de su deceso, expresan que en su última semana de vida fue visitado diariamente por el presidente de la Nación Argentina, Manuel Quintana y sus ministros, dándole la extremaunción el párroco de la “Iglesia de la Merced”, Antonio Rasore.



El padre Miguel Ángel Fuentes, en un artículo sobre si “La Logia Lautaro” fue una logia masónica, cita a Mitre expresando que no lo fue, agregando que murió reconciliado con la iglesia, confesado y asistido por los monseñores Gregorio Ignacio Romero y Antonio Rasore, recibiendo la bendición del Papa Pío X, habiendo firmado previamente una declaración liberal que le entregara a monseñor Mariano Antonio Espinosa.


Por su parte Prudencio Martínez Zuviría, hijo de Prudencio Rosas y sobrino de Juan Manuel de Rosas, relata que monseñor Gregorio Romero estuvo dos horas con el general Mitre y lo confesó, y al día siguiente celebró la misa en su aposento y le dio la comunión, confesando también sus hijas y finalmente le impartió la bendición del papa Pío X, respondiendo Mitre: Llueven las bendiciones, demos gracias a Dios. Luego monseñor Antonio Rasore le administró la extremaunción cuatro días antes de morir.


Cabe agregar que después de leer estas fuentes citadas, me quedaron dudas si Bartolomé Mitre estaba consciente cuando confesó, si murió con el crucifijo en sus manos y lo besó, si abjuró de la masonería, si se reconcilió con la iglesia, etc., dándome la impresión de querer que Mitre fue más católico de lo que fue, no respetando su decisión de haber pertenecido a la masonería, más que nada por prejuicios.  

Investigando más sobre el tema, encontré en la red el siguiente “Boletín de la Academia Nacional de la Historia”, publicado también en su libro, “Creo en la vida eterna”.




Entre los académicos de número, figura el R.P. Cayetano Bruno, incorporado en 1974.


En un homenaje a Mitre, realizado en la biblioteca del museo homónimo, luego de colocarse una palma de flores, el R.P. Bruno pronunció una disertación alusiva titulada Mitre y la iglesia, cuyo contenido es el siguiente.


Según el escritor David Peña, Mitre no es aliado ni enemigo de la iglesia, se demostró creyente aceptando arrepentido los auxilios religiosos al momento de su muerte.

El 22 de octubre de 1862, es decir apenas transcurrido diez días de la asunción de Mitre como presidente, el delegado papal monseñor Marino Marini comunicaba al cardenal Santiago Antonelli, secretario de estado del Papa Pío IX, que Mitre era más literato y poeta que militar y aunque pertenece a las sectas católicas, nunca faltó a misa los días de precepto, y que cuando fue traslado a Buenos Aires, puso a su disposición una lancha del gobierno y una carroza para llevarlo al palacio episcopal, siendo bien recibido por las personas más representativas de la ciudad.


Continúa el R.P. Cayetano Bruno con la carta que remitiera Mitre el 22 de julio de 1897 al cardenal Mariano Rampolla del Tindaro, secretario de estado del Papa León XIII, con un ejemplar de la traducción de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, solicitándole la bendición apostólica recordando el título de querido hijo que el Papa Pío IX le había dado en una carta anterior del año 1866. (1)

Al abrir el Papa Juan Pablo II los “Archivos Secretos del Vaticano” para el pontificado del Papa León XIII, se pudo consultar una carta de monseñor Gregorio Ignacio Romero dirigida al cardenal Mariano Rampolla del 25 de noviembre de 1900, solicitando algún recuerdo especial de Su Santidad para el general Bartolomé Mitre, por entonces presidente del senado, basado en el restablecimiento de las relaciones con la Santa Sede; porque el diario “La Nación” que él preside, apoyo reiteradamente la Peregrinación Argentina a Roma; porque estando en riesgo de muerte uno de sus hijos, llamó a un párroco para que lo confesara y recibiera el Santo Sacramento, permaneciendo todo el tiempo de rodillas; porque no rechazó la idea de confesarse en una charla con el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Terrero; porque sería una gracia para su conversión, al momento de su muerte, y su abjuración a la masonería; porque cuadra bien distinguir a hombres que no han sido amigos de la religión católica.


No se encontró ninguna respuesta de esta petición, por lo que se puede inferir que no tuvo respuesta favorable.

Continúa el R.P. Cayetano Bruno, con un artículo publicado en el periódico “El Diario” del 23 de diciembre de 1905, en el cual monseñor Gregorio Ignacio Romero fue llamado el 4 de diciembre por los familiares del general debido a su delicado estado de salud; Mitre se confesó durante dos horas y al día siguiente el obispo celebró misa en la vivienda, administrándole la confesión y comulgando también sus hijas; el día 7 del mismo mes firmó una declaración que le fue entregada a monseñor Espinosa y finalmente el día siguiente Mitre expresó que se sentía feliz de haber recibido los auxilios espirituales.


El artículo del R.P. Bruno finaliza con la publicación del “Arzobispado de Buenos Aires” referente a la muerte cristiana de Bartolomé Mitre, confortada con los últimos sacramentos recibidos con entero conocimiento, absteniéndose la masonería de tributar a su antiguo miembro de los honores de práctica del ceremonial masónico.

Finalizo la presente entrada de este blog con una carta que monseñor Antonio Rasore dirigió al doctor Luis Mitre, nieto del general, en la cual le dice que ofrece al “Museo Mitre”, cual homenaje simbólico al gran argentino, el crucifijo que veneró en el acto de la recepción de los Santos Sacramentos, en el que imprimió su postrer beso, coronando su larga fe cristiana.


Con esta carta monseñor Antonio Rasore, deja aclarado que Bartolomé Mitre fue un gran argentino, que falleció en la fe cristiana, que no fue él quien le dio la extremaunción, sino que se limitó a solicitarle que besara el crucifijo y sin hacer Rasore ninguna manifestación innecesaria en contra de la masonería, respetando el sentir del extinto.

 

(1) En el siguiente trabajo, la investigadora Lida Miranda hace referencia a las relaciones de Bartolomé Mitre con la iglesia.  



  

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