Bartolomé Mitre, nació en
Buenos Aires el 26 de junio de 1921, habiéndose desempeñado como militar, político,
escritor, historiador, periodista, estadista, fundador, gobernador de la
provincia de Buenos Aires y presidente de la República Argentina.
El siguiente cuadro es un resumen de su vida y obra, tomado de Wikipedia, sitio donde puede consultarse y leerse completo.
Para los fines de este blog, nos limitaremos a Bartolomé Mitre como miembro de la masonería.
Integró el cuadro de la “Augusta y Respetable Logia Confraternidad Argentina N° 2”, miembro honorario de la “Augusta y Respetable Logia Unión del Plata N° 1, recibiendo el 21 de julio de 1860 el grado 33, junto a Urquiza, Derqui, Domingo Faustino Sarmiento y Juan Andrés Gelly y Obes, en el “Gran Templo de la Masonería Argentina, de libres y aceptados masones”.
Sucediendo a Jorge Faustino, desde el 24 de agosto de 1893 asumió como Gran Maestre de la “Gran Logia de libres y aceptados masones”, hasta el año siguiente cuando fue sucedido por Juan José Soneyra Urquiza.
También fue miembro de honor de la “Respetable Logia Unión N° 17" de Rosario” y en 1903 le fue propuesto ser Venerable Maestro de Honor de la “Respetable Logia Mitre N° 184” de Villa Libertad, provincia de Entre Ríos.
Bartolomé Mitre falleció el 19 de enero de 1906, como consecuencia de una colitis agravada por la resistencia de su organismo a asimilar los alimentos.
Para ampliar la información “Wikipedia” nos remite al libro “Mitre” de José M. Niño.
El “Museo Mitre”, en una breve biografía de Bartolomé Mitre, y el diario “La Nación”, al cumplirse 102 años de su deceso, expresan que en su última semana de vida fue visitado diariamente por el presidente de la Nación Argentina, Manuel Quintana y sus ministros, dándole la extremaunción el párroco de la “Iglesia de la Merced”, Antonio Rasore.
El padre Miguel Ángel Fuentes, en un artículo sobre si “La Logia Lautaro” fue una logia masónica, cita a Mitre expresando que no lo fue, agregando que murió reconciliado con la iglesia, confesado y asistido por los monseñores Gregorio Ignacio Romero y Antonio Rasore, recibiendo la bendición del Papa Pío X, habiendo firmado previamente una declaración liberal que le entregara a monseñor Mariano Antonio Espinosa.
Por su parte Prudencio Martínez Zuviría, hijo de Prudencio Rosas y sobrino de Juan Manuel de Rosas, relata que monseñor Gregorio Romero estuvo dos horas con el general Mitre y lo confesó, y al día siguiente celebró la misa en su aposento y le dio la comunión, confesando también sus hijas y finalmente le impartió la bendición del papa Pío X, respondiendo Mitre: Llueven las bendiciones, demos gracias a Dios. Luego monseñor Antonio Rasore le administró la extremaunción cuatro días antes de morir.
Cabe agregar que después de leer estas fuentes citadas, me quedaron dudas si Bartolomé Mitre estaba consciente cuando confesó, si murió con el crucifijo en sus manos y lo besó, si abjuró de la masonería, si se reconcilió con la iglesia, etc., dándome la impresión de querer que Mitre fue más católico de lo que fue, no respetando su decisión de haber pertenecido a la masonería, más que nada por prejuicios.
Investigando más sobre el tema, encontré en la red el siguiente “Boletín de la Academia Nacional de la Historia”, publicado también en su libro, “Creo en la vida eterna”.
Entre los académicos de número, figura el R.P. Cayetano Bruno, incorporado en 1974.
En un homenaje a Mitre, realizado en la biblioteca del museo homónimo, luego de colocarse una palma de flores, el R.P. Bruno pronunció una disertación alusiva titulada Mitre y la iglesia, cuyo contenido es el siguiente.
Según el escritor David Peña, Mitre no es aliado ni enemigo de la iglesia, se demostró creyente aceptando arrepentido los auxilios religiosos al momento de su muerte.
El 22 de octubre de 1862,
es decir apenas transcurrido diez días de la asunción de Mitre como presidente,
el delegado papal monseñor Marino Marini comunicaba al cardenal Santiago
Antonelli, secretario de estado del Papa Pío IX, que Mitre era más literato y
poeta que militar y aunque pertenece a las sectas católicas, nunca faltó a misa
los días de precepto, y que cuando fue traslado a Buenos Aires, puso a su
disposición una lancha del gobierno y una carroza para llevarlo al palacio
episcopal, siendo bien recibido por las personas más representativas de la
ciudad.
Continúa el R.P. Cayetano Bruno con la carta que remitiera Mitre el 22 de julio de 1897 al cardenal Mariano Rampolla del Tindaro, secretario de estado del Papa León XIII, con un ejemplar de la traducción de la “Divina Comedia” de Dante Alighieri, solicitándole la bendición apostólica recordando el título de querido hijo que el Papa Pío IX le había dado en una carta anterior del año 1866. (1)
Al abrir el Papa Juan Pablo
II los “Archivos Secretos del Vaticano” para el pontificado del Papa León XIII,
se pudo consultar una carta de monseñor Gregorio Ignacio Romero dirigida al
cardenal Mariano Rampolla del 25 de noviembre de 1900, solicitando algún
recuerdo especial de Su Santidad para el general Bartolomé Mitre, por entonces
presidente del senado, basado en el restablecimiento de las relaciones con la
Santa Sede; porque el diario “La Nación” que él preside, apoyo reiteradamente
la Peregrinación Argentina a Roma; porque estando en riesgo de muerte uno de
sus hijos, llamó a un párroco para que lo confesara y recibiera el Santo
Sacramento, permaneciendo todo el tiempo de rodillas; porque no rechazó la idea
de confesarse en una charla con el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor
Terrero; porque sería una gracia para su conversión, al momento de su muerte, y
su abjuración a la masonería; porque cuadra bien distinguir a hombres que no
han sido amigos de la religión católica.
No se encontró ninguna respuesta de esta petición, por lo que se puede inferir que no tuvo respuesta favorable.
Continúa el R.P. Cayetano Bruno, con un artículo publicado en el periódico “El Diario” del 23 de diciembre de 1905, en el cual monseñor Gregorio Ignacio Romero fue llamado el 4 de diciembre por los familiares del general debido a su delicado estado de salud; Mitre se confesó durante dos horas y al día siguiente el obispo celebró misa en la vivienda, administrándole la confesión y comulgando también sus hijas; el día 7 del mismo mes firmó una declaración que le fue entregada a monseñor Espinosa y finalmente el día siguiente Mitre expresó que se sentía feliz de haber recibido los auxilios espirituales.
El artículo del R.P. Bruno finaliza con la publicación del “Arzobispado de Buenos Aires” referente a la muerte cristiana de Bartolomé Mitre, confortada con los últimos sacramentos recibidos con entero conocimiento, absteniéndose la masonería de tributar a su antiguo miembro de los honores de práctica del ceremonial masónico.
Finalizo la presente entrada de este blog con una carta que monseñor Antonio Rasore dirigió al doctor Luis Mitre, nieto del general, en la cual le dice que ofrece al “Museo Mitre”, cual homenaje simbólico al gran argentino, el crucifijo que veneró en el acto de la recepción de los Santos Sacramentos, en el que imprimió su postrer beso, coronando su larga fe cristiana.
Con esta carta monseñor Antonio Rasore, deja aclarado que Bartolomé Mitre fue un gran argentino, que falleció en la fe cristiana, que no fue él quien le dio la extremaunción, sino que se limitó a solicitarle que besara el crucifijo y sin hacer Rasore ninguna manifestación innecesaria en contra de la masonería, respetando el sentir del extinto.
(1) En el siguiente trabajo, la investigadora Lida Miranda hace referencia a
las relaciones de Bartolomé Mitre con la iglesia.
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